Benito fue rescatado hace algunos años en un pueblo cercano a Pozoblanco.
Cuando se rescató presentaba una herida muy fea en su pene, pero con curas y muchos mimos sus heridas se curaron. Al menos las físicas, porque las del abandono le duraron algo más. Al principio era un perro tímido y miedoso, pero con el tiempo ha vuelto a confiar en las personas.
Benito es un perro podenco, de tamaño mediano, al que le encantan las personas y el corretear en el agua. Es un perro que en casa es tranquilo, noble y obediente. Además está educado para hacer sus necesidades en la calle. Le encanta darte un lametón en cualquier descuido, rozarse con tus piernas para que le rasques la cabeza y jugar contigo siempre que estés dispuesto.
Benito está esterilizado, chipado, vacunado y desparasitado. ¡Listo para adoptar!